viernes, 22 de diciembre de 2017

Sonrisas para Navidad.

Ésta mañana he tenido cita con la pediatra de Francina para pedir unas recetas. Siempre tenemos conversaciones muy trascendentales. En general, son muchas las personas, que al verme con una hija especial comentan temas importantes de la vida.
Hoy, en especial, con la pediatra, hemos hablado de mí buen humor. Bueno, hemos hablado del buen humor y mal humor de la gente que nos rodea. De saber o no disfrutar de la vida. Era la última paciente y por eso hemos podido hablar tranquilas.
No es la primera persona que se sorprende de que intente mostrar siempre una sonrisa. Me gusta decir que Francina me ha enseñado a disfrutar más de la vida. Eso es cierto. Pero mi sonrisa me ha acompañado siempre.
Ciertamente, me sorprende cuando de buena mañana, me dirijo al cole de Itziar y ya me voy cruzando con malas caras al volante. Muchos conductores echan su mano al claxon antes de que dé tiempo a meter primera para salir de un ceda al paso, otros tantos no saben ni que existen estos para entrar a las rotondas y van a la carrera, agitando sus manos hacia los otros coches, seguramente espetando las peores palabras que saben (y sus hijos detrás escuchándolas).
He de reconocer, que también me sorprende gratamente, cuando estamos esperando en un ceda o un stop y me encuentro algún alma caritativa que me deja pasar para introducirme a la larga cola de coches que se dirige a la siguiente intersección, tan sorprendente es, que hasta Itziar suele comentar lo amable que es la persona que conduce el coche de color rojo, blanco o azul que nos ha permitido el paso.
Pero bueno, no pensaba hablar en mi blog sobre el tráfico de mi ciudad, si no sobre el humor de las personas. En la vida estamos de paso, este instante no va a volver y quiero disfrutarlo. Siempre hay problemas de cada día o situación que van a preocuparnos, pero nosotros elegimos el tiempo que les vamos a dedicar.
Puedo lamentarme por Francina a cada instante o disfrutar de cada uno de sus abrazos y sonrisas. Puedo recordar a cada momento cada desdicha de mi vida o aprender de ella. Por supuesto que puedo contarla, pero no para lamentarme, si no para poder enseñar a otros también de mis errores o aprendizajes.
Hay que buscar esos momentos con la familia y los amigos para reír, para sentirse a gusto y querido. Ahora que llega Navidad es un tiempo de reunirse. Deja el móvil a un lado, disfruta del que está sentado en tu mesa, toma un café con tus amigos y abraza a tus seres queridos. Sonríe, haz reír a los tuyos, conduce de buen humor, sube el volumen de la música y canta, verás que no necesitas tocar el claxon ni escuchas el claxon de los demás. Cede el paso, verás qué bien sienta ayudar los demás, sonríe a los dependientes de las tiendas, saluda y felicita las fiestas. Nos cuesta nada y ayuda llenar la vida de los que te rodean.
¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!

3 comentarios:

  1. Feliz Navidad Familia!!! Nunca olvidare tu sonrisa y como nos anímaste en el peor día de nuestra vida..después de la operación de nuestros hijos..eras cómo un ángel reduciendo entre las tinieblas..eres única

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