Acaba un año. Cómo todos, largo, pleno de anécdotas, buenas, malas, regulares, llenas y vacías.
Un año siempre está cargado de momentos provechosos y otros tantos que pasamos sin más, desapercibidos. También lo está de momentos felices y tristes, preocupaciones, lamentos, soluciones...
Mi 2017 ha sido un gran año si lo ponemos en una balanza.
Tras las peores crisis epilépticas de Francina hemos conseguido su cambio de medicación que llevaba tres años buscando, le va fenomenal y hasta le ha cambiado el carácter a mejor.
Un año siempre está cargado de momentos provechosos y otros tantos que pasamos sin más, desapercibidos. También lo está de momentos felices y tristes, preocupaciones, lamentos, soluciones...
Mi 2017 ha sido un gran año si lo ponemos en una balanza.
Tras las peores crisis epilépticas de Francina hemos conseguido su cambio de medicación que llevaba tres años buscando, le va fenomenal y hasta le ha cambiado el carácter a mejor.
Aunque el verano empezó con los problemas de salud de mi padre sólo se saldó un adiós a su vesícula aunque nos costase un mes de ingreso y varios sustos.
Después de 30 años luchando con una parte de mi yo interno, con "mi impenetrable sonrisa", guardando mis problemas para mí y mostrando al mundo sólo mi parte agradable y mi buen humor, he aprendido a comprartir con los míos sentimientos, emociones y vivencias que me atormentaron ayer y me preocupan actualmente. https://www.miimpenetrablesonrisa.com/?m=1
Este año he roto una gran losa que me ha estado haciendo sombra tantos años y ha sido digno de cerrar el año con orgullo.
Hoy, último día del año, mientras estaba recogiendo, limpiando y cocinando, tenía correteando a Itziar con su primo Javier. De repente me he trasladado por un segundo a mis antiguas Navidades, a las de mis cinco años, cuando era yo la que correteaba entre las piernas de mi madre con mis primas. Ha sido otro motivo para dar gracias a mi año. Mis hijas y yo, hemos vivido un año en familia, entre risas y lágrimas, con momentos buenos y menos buenos, alegres y emotivos, preparando la despedida de una persona querida que no sabemos cuánto tardará en juntarse con lo que ya se fueron.
El día de Nochebuena con otros familiares en casa fue otro día de gratitud y felicidad, estar la familia unida, celebrando, riendo y cantando.
Pero de las cosas más importantes que puedo celebrar es que ésta mañana (como casi todas) he abierto los ojos, a mi lado estaban mi marido y mis hijas. Estamos felices de terminar el año juntos.
Agradezco también al 2017 todos los amigos que han estado ahí, a veces sólo con un WhatsApp o un "me gusta" en Facebook sabes que se acuerdan de ti y sonríen pensando en tus alegrías, que comprenden que tu vida con Francina no siempre da para quedar o llamar y admiro el respeto que tienen hacia este tema.
Le pido al 2018 más ratos entre amigos y familia, más paciencia con los que quiero y más sonrisas.
Pido que el libro que voy a publicar no sólo guste a quien lo lea, si no que pueda servir de ayuda y guía a muchas familias y educadores. A la vez que nadie se sienta herido si se siente reflejado en mis historias, necesitaba escribir sobre mi pasado.
Y como pedir es gratis, le pido al 2018 muchos avances para Francina, porque es lo que más me llena, porque es nuestro motor y alegría en el día a día.
FELIZ AÑO NUEVO!!!
Este año he roto una gran losa que me ha estado haciendo sombra tantos años y ha sido digno de cerrar el año con orgullo.
Hoy, último día del año, mientras estaba recogiendo, limpiando y cocinando, tenía correteando a Itziar con su primo Javier. De repente me he trasladado por un segundo a mis antiguas Navidades, a las de mis cinco años, cuando era yo la que correteaba entre las piernas de mi madre con mis primas. Ha sido otro motivo para dar gracias a mi año. Mis hijas y yo, hemos vivido un año en familia, entre risas y lágrimas, con momentos buenos y menos buenos, alegres y emotivos, preparando la despedida de una persona querida que no sabemos cuánto tardará en juntarse con lo que ya se fueron.
El día de Nochebuena con otros familiares en casa fue otro día de gratitud y felicidad, estar la familia unida, celebrando, riendo y cantando.
Pero de las cosas más importantes que puedo celebrar es que ésta mañana (como casi todas) he abierto los ojos, a mi lado estaban mi marido y mis hijas. Estamos felices de terminar el año juntos.
Agradezco también al 2017 todos los amigos que han estado ahí, a veces sólo con un WhatsApp o un "me gusta" en Facebook sabes que se acuerdan de ti y sonríen pensando en tus alegrías, que comprenden que tu vida con Francina no siempre da para quedar o llamar y admiro el respeto que tienen hacia este tema.
Le pido al 2018 más ratos entre amigos y familia, más paciencia con los que quiero y más sonrisas.
Pido que el libro que voy a publicar no sólo guste a quien lo lea, si no que pueda servir de ayuda y guía a muchas familias y educadores. A la vez que nadie se sienta herido si se siente reflejado en mis historias, necesitaba escribir sobre mi pasado.
Y como pedir es gratis, le pido al 2018 muchos avances para Francina, porque es lo que más me llena, porque es nuestro motor y alegría en el día a día.
FELIZ AÑO NUEVO!!!
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