La vida no es como te la esperas.

Muchas veces la vida no es como te la esperas pero has de saber que todo aquello que te acontece viene a ti para que aprendas, para que aprendas a dar valor a lo importante, para que aprendas sobre las personas que te rodean, para que te conozcas mejor a ti mismo y para que aprendas a sonreír siempre, sobre todo ante las dificultades.
Desde que nació Francina nuestro camino ha sido arduo, nunca es fácil tener un hijo diferente. Nos ha tocado ir dejando gente por el camino, no todo el mundo está preparado para apoyarte en un momento así, ni preparado para no tenerte disponible a su necesidad porque tu tiempo, tu energía y tus sonrisas las necesita tu hijo especial.
Francina me ha enseñado que la vida no es para tanto, que una sonrisa suya vale más que unas vacaciones (aunque también son bienvenidas), me ha hecho conocer familias maravillosas que viajan en nuestro barco, aprender medicina, psicología, educación especial,...
Francina sabe hacerme pasar del enfado a la risa en un momento y reír entre lágrimas.
Los veranos suelen ser complicados por las faltas de rutina, Francina se altera, se muestra nerviosa, hasta a veces deprimida. Sin embargo este verano está increíblemente feliz, da gozo estar con ella.
También he de decir que no ha parado, ha tenido escuela de verano, campamento, visita de las primas y abuela y quizá tener tantos planes le ha hecho ser mas feliz en vacaciones.
Gracias a todos los que formáis parte de la vida de Francina y de nuestra vida, a los que os alegráis de nuestras alegrías y de los avances de Francina.
Hoy doy gracias a la vida por lo que tengo y lo que aprendo con mi hija.