viernes, 9 de mayo de 2014

Francina


Francina desde que nació siempre ha sido un corazón lleno de luz y de amor.
Cuando Francina tenía tan sólo 15 días tuvo que ser ingresada la primera vez. Siempre ha sido tan valiente que aunque era muy bebé supo estar esos días llorando solamente cuando me veía a mi. 
A partir de ahí todo lo que nos indicaban los médicos era bastante negativo y había como un pronóstico bastante feo hacia su futuro.
Sin embargo yo nunca creí al cien por cien todo lo que los médicos nos decía porque yo miraba a los ojos de Francina y encontraba una niña luchadora, una niña que no se rendía ante ninguna adversidad, era tan alegre y luchadora que era imposible que hubiera alguna valla que ella no supiera saltar.
Yo he de reconocer que sí que decaí un poco cuando supe tantas cosas que le había tocado pasar a Francina. Cada vez que iba al médico no podía parar de llorar, cuando estaba en casa sola tampoco paraba de llorar, muchas veces miraba Francina dormida y se me saltaban las lágrimas, por no hablar de cuando se acercó la fecha de la operación ¿cómo alguien puede llorar día y noche sin parar y que no se le acaben las lágrimas?.

Cuando a Francina la operaron de corazón, como por arte de magia, empezó a avanzar a pasos agigantados (todo hablando desde su ritmo), todo lo que nunca había hecho en pocos días empezó a hacerlo: sujetar la cabeza, voltearse en el suelo, hasta fue cogiendo fuerza en las piernas aunque le costó todavía muchos años andar.
Tras estos avances de Francina y su sonrisa que regalaba a diestro y siniestro que hasta iba a la fisioterapeuta y aunque le hacía daño en algunas sesiones ella le sonreía, se levanta por la mañana y siempre tenía una sonrisa para nosotros, y sonrisa tras sonrisa consiguió cambiar mis lágrimas por otra sonrisa también.
 ¿Como ella que era la que tenía tantas enfermedades y tanto que luchar podía sonreír todos los minutos de sus días y yo que era su mamá no era capaz de hacerlo? no tenía derecho, tenía que sonreír con ella porque tenía que ser fuerte con ella y tenía que ayudarle a seguir en su lucha porque ésta lucha, aunque yo le acompañe, no deja de ser de Francina.
La sonrisa y la tenacidad de Francina le ha hecho llegar muy lejos, le ha hecho cambiar sus pronósticos médicos a la vez que nos ha hecho cambiar lo que al principio parecía un dolor muy grande por una bendición, porque eso es Francina, una bendición. Para mí es un regalo de Dios, quizá Dios pretendía que dejase de centrarme en tantas otras cosas que no me llenaban nada en la vida y me puso a Francina en el camino, asi me enseñó que hay personas que luchan y que no desisten y que si quieren conseguir algo no derraman lágrimas, no, luchan, luchan y siguen luchando, y con una sonrisa en la cara aunque duela, aunque cueste. Francina es la persona luchadora que me ha enseñado que no hay que derramar tantas lágrimas, no, hay que luchar, y sonreír, y seguir luchando. Eso quiero deciros a todos, a todos los que me vivis una situación parecida con un hijo, con un padre, con vosotros mismos, que no, que lucheis, que sonriáis, que con una sonrisa parece que todo se ve de otra manera, sonreír, las sonrisas abren las puertas y además son contagiosas.

6 comentarios:

  1. GRACIAS RUTHI Y GRACIAS FRANCINA, por compartir este blog lleno de esfuerzo y de VIDA!!!

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  2. Gracias a los que nos rodeais por querernos como somos!!
    Cuando dejéis un comentario si no queréis ser anónimos firmar.

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  3. Bonitas palabras que mira por donde, además de sonreir me han hecho llorar...

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    1. A mi también se me han saltado las lágrimas escribiendo y recordando.

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  4. Queridisima Ruth (y lo sabes): Hoy, en la puerta del cole, Francina me ha tirado un beso. La pirata se marchaba sin decirme nada y no me ha dado la gana. Asi que dispuesta a llevarme a mi casa mi despedida la he gritado "Fransiniiiiiiiiiiiiiii, adioooooooooos". Se ha girado y me ha tirado un beso... ¿Como se te queda el cuerpo?. Lo cierto es que para nosotras, mamis de nenes con "cositas", cada cosa nos parece una matricula de honor pero, sinceramente, yo no me alegro tanto de sus logros como de la cantidad de amor que recibimos de ellas. Sea como sea y pase lo que pase, ellas ya han cumplido su cometido. Han cambiado de alguna manera, siempre para mejor, a todo el que se ha cruzado en su camino y eso, ¿eso?, eso no lo puede decir todo el mundo.

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  5. Además de lo que me ilusiona que el amor de Francina llegue a todos los rincones, después de leerte, Virginia, me encantaría que me escribieras visitas para publicar en mi blog!! Tu también tienes mucho que compartir por que eres una mujer fuerte, una madre perfecta y la tia que tanto tus sobrinos directos como nuestras hijas llaman "favorita".

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