lunes, 9 de febrero de 2015

Mi ángel.

Como puedes parar el tiempo con tus abrazos o como me gustaría detenerlo a mi para que duraran más rato.
Cuando me miras y me sonríes sólo te veo a ti, a Francina, a mi niña, la que un día fue un bebé delicado y hoy es una mujercita fuerte y luchadora.
Cuando eras mas pequeña y no nos mirabas a los ojos no sabíamos si nos entendías, pero ahora veo en tu gesto una comprensión que me asombra, que nunca hubiese pensado que llegarías tan lejos.
Al principio de nacer tu hermana no se porqué comparé, pensé que ella era afortunada por nacer sana (que lo es), pero pensé que tu no lo eras, que tu no eras afortunada con tus patologías.
Me equivoqué, eres muy afortunada porqué ves la vida desde otro ángulo, seguramente mejor que el nuestro porque siempre estas feliz y sonriendo, aunque te haya tocado luchas y esforzarte mas siempre lo han hecho con ilusión, has conocido y me has hecho conocer gente maravillosa. La verdad es que pienso que eres afortunada y nos haces afortunados a los que te rodeamos y te queremos.
Gracias Dios por confiarme una persona tan delicada y que necesita tanto cariño, una persona que me ha enseñado a sonreír ante las adversidades y  a llorar para quitarme un peso de encima y poder seguir caminando sonriente.
Gracias a todos por estar siempre a nuestro lado, que os alegrais de nuestras alegrias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario