miércoles, 14 de mayo de 2014

Una familia.

Como siempre, para todas las personas, la familia es una parte muy importante de nuestras vidas porque siempre están a nuestro lado, cuando cometemos errores o cuando realizamos las cosas a la perfección.
Yo siempre he dicho que tenemos dos tipos de familia, la que se nos asigna de nacimiento por haber nacido en un determinado entorno y la que vamos construyendo con nuestra vida.
Nosotros somos muy afortunados, tanto mi marido como yo, tenemos una familia que nos quiere y nos apoya en todas las decisiones que tomamos, que adoran a Francina y colaboran en su educación y en sus avances, cada uno como puede. Pero dónde he tenido muchísima suerte es en mi camino, no siempre tenemos la suerte de cruzarnos con gente que te hace tan feliz y te facilita tanto la vida.
Desde que era joven he tenido buenos amigos, muchos los conservo a día de hoy.
Con ellos he pasado momentos inmejorables y también me han apoyado en momentos duros. Lo mejor es que han comprendido mi situación, saben que no los tengo "abandonados" sólo que con Francina es complicado estar mas presente en sus vidas, pero me siento igual de querida por ellos. Gracias amigos, se que en la distancia me seguís y me apoyais de corazón.
Actualmente, en mi camino con Francina pues me he ido cruzando con personas, como digo yo, "especiales" porque tienen hijos especiales.
Yo no sé qué sería mi vida sin estas mamás especiales con las que me he ido cruzando por el camino, no lo sé, porque si con un hijo sano tenemos altibajos y preocupaciones, tenemos momentos duros de llorar y muchos sustos, cuando tienes un hijo con un problema... pues aún lloras más, sufres más, tienes más miedos, etc.
Encontrarme con todas esas personas es una suma de muchos otros, que son como familia lejana, convives menos pero hay algo que nos une y los hace cercanos y presentes como son los maestros, terapeutas y profesionales de la salud. Podría nombrar a profesores, a médicos, a muchos profesionales que trabajan con Francina, pero si he de decir en quien realmente me he apoyado para poder ser fuerte es en las mamás que han vivido una situación similar porque sus hijos tienen problemas parecidos a Francina, cada uno de una manera, pero no es el hecho de que es lo que tengan sino el hecho de tener un hijo con discapacidad, eso lo que nos ha unido y sus corazones lo que nos ha mantenido juntas en momentos muy bonitos entre lágrimas y momentos muy bonitos entre risas.
El otro día leí en Facebook que alguien puso una frase como "le doy gracias a la vida por poner en mi camino a gente con el mismo problema mental que yo" y me hizo gracia porque es exactamente lo que pienso, qué gracias a la vida por tener unas locas como yo en mi camino para poder vivir con alegría nuestra situación y poder dar gracias a Dios todos los días por nuestras pequeñas.
Es que aunque suene utópico a veces pienso que precisamente esta familia que he ido formando en mi camino los que daría la vida por mí, por mi hija, por mis hijas... Darían lo que pudieran, lo que tuvieran, lo sé, yo lo haría igual por ellas.
Un gran consejo que doy a las mamás especiales que no conozco es que se rodeen de otras mamás especiales. Se sentirán comprendidas y acompañadas como es difícil sentirse a veces con otras personas.

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